Guillermo Escudero

Diputado Provincial - Frente de Todos

Pensante, introvertido y reflexivo, se muestra como una persona sencilla, que disfruta de la cotidianeidad de caminar, pasar tiempo con su familia, hacer cosas en la casa e ir al cine.

Su admiración por Sigmund Freud lo llevó a estudiar Psicología, profesión que lo motiva para acercarse más a la gente como legislador. “Mi carrera me ayuda a centrarme desde otro lugar con la necesidad, a escuchar para entender al otro, porque es importante sentir empatía para generar un cambio”, explicó, y agregó que “soy tranquilo, no suelo enojarme, con la psicología aprendí a manejar ciertas situaciones y tensiones”.

El 13 de febrero pasado cumplió 47 años. Nacido y criado en La Plata, su familia está compuesta por su mamá Mabel, su papá Olegario Antonio -era carpintero igual que su abuelo-, sus hermanos Ileana y Mariano; más su esposa Cecilia, con quien tiene dos hijas: Juana, de 16 años, y Elisa, de 14.

Guillermo es amante del fútbol, aunque no cuenta con tiempo suficiente como para poder practicarlo como le gustaría ya que pasa muchas horas dedicándose a su profesión y a la militancia dentro del peronismo.

Antes de ejercer como diputado, trabajó en muchas asociaciones que tratan la problemática del consumo de drogas, y luego fue director de Adicciones dentro de la Municipalidad de La Plata. Más tarde, pasó a ser Secretario de Seguridad en el municipio platense. Siempre ejerciendo su profesión como psicólogo, algo que dice combinar muy bien con sus funciones en la cámara baja. “Ser psicólogo me beneficia para poner el oído y lograr decodificar las cuestiones que necesita la gente. El área de adicciones es muy compleja, y es difícil darles esperanza en situaciones límites, por eso el conocimiento que me dejó Freud es valioso, porque podés decirles que la fortaleza surge, en la mayoría de los casos, de las vulnerabilidades”, aseguró.

Al final de nuestra entrevista, nos encontramos con un Guillermo claramente emocionado, el cual nos confesó que toda su vida la pasó involucrándose con el otro, viendo de qué forma poder colaborar para que la vida sea más fácil, llevadera y tenga una mejor calidad. “Mi deseo a nivel personal es que mis hijos logren sus sueños, y, profesionalmente, quiero que los ciudadanos encuentren en la política un camino para resolver sus problemas e inquietudes”, cerró.